Raymond Aron llamó "pseudorealidad" a la pirueta moral que hacían los comunistas -los bolcheviques- cuando llamaban socialista a la Unión Sovietica. John Gray reservó para Blair y sus compañeros del "trio de las Azores" el término "metir por la verdad" en su libro Misa Negra para describir ese tipo de comportamientos. Modestamente, con motivo de la película Ágora, de Alejandro Amenabar, cité esta especie de alienación que ve dogmatismo en la inveterada moral religiosa y no en la perversa religión laica actual de la economía y la política.
Sea lo que sea, nuestro presente está falto de realismo.
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