Al expresidente de Harvard, Larry Summers, expulsado por sexista ("diferencias innatas") y máximo responsable de la política de desregulación que ha llevado al desastre económico actual, le han devuelto su cátedra y le alaban sus brabuconadas. En la LSE, el director dimite para no perjudicar la imagen de la escuela con sus asesoramientos a Gadafi.
Mi idea de cómo las instituciones punteras deben afrontar éticamente la crisis que necesariamente contribuyeron a crear va más por lo que hacen los británicos: "I do beg your pardon". En el este link está la carta de renuncia de Sir Davies así como la reacción de la LSE a su implicación con el déspota libio. Por otro lado, tenemoa lo que sigue que es lo que dijo en su día Summers cuando se cargó el New Deal de Roosevelt (Ley Glass-Steagall) en 1999 cuando era Secretario del Tesoro de Clinton:
“ Hoy el Congreso ha votado a favor de actualizar las normas que rigen los servicios financieros desde la Gran Depresión y reemplazarlas con un sistema apto para el siglo XXI. Esta ley de dimensiones históricas ayudará a las empresas estadounidenses a competir mejor en la nueva economía”
El The Harvard Crimson recoge y celebra la vuelta de Summers con "ambos pies sobre el escritorio". Finalmente, este último link recoge de que va eso de montar las patas sobre la mesa: se trata de testosterona, de sentirse poderoso, de apostar "doble o nada" (con nuestro dinero, claro) ...
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